Fogo
Fogo forma parte del grupo de islas de Sotavento, siendo su superficie de 476 km2 y su altitud máxima de 2.829 m (Pico Novo), que a su vez constituye la cota más alta del archipiélago de Cabo Verde. La geografía de esta isla está muy marcada por el volcanismo reciente e incluso histórico, de manera que en el paisaje dominan a menudo las extensiones de lava que avanzan hacia el mar; las últimas erupciones datan de 1951 y 1995, respectivamente. A nivel geomorfológico, el elemento más destacado es, aparte del estratovolcán de Pico Novo, la no menos impresionante caldera que rodea por el lado occidental dicho volcán, que tiene una altura máxima de unos 1.000 m y posee una longitud norte-sur de unos 9 km, y cuya mitad oriental se deslizó hacia el mar mediante un gran colapso gravitacional. El clima local está muy influenciado por el régimen de lluvias monzónicas, que se desarrolla por lo general entre los meses de agosto y octubre y transforma de forma dramática el paisaje, aunque en ocasiones también puede llover en los meses invernales, caso de que penetre un frente procedente del norte. Las zonas más húmedas se sitúan en la vertiente septentrional, destacando en especial el área de Monte Velha, donde existen registros pluviométricos relativamente altos.
La población de la isla es de 37.051 habitantes (censo de 2010), la cual vive en gran medida, de actividades tradicionales como la agricultura, la ganadería y la pesca, aunque poco a poco se va introduciendo el sector servicios asociado al turismo. La actividad turística en Fogo es aún limitada, pero ya se han creado empresas especializadas en el ecoturismo (alojamiento, recorridos por la “Bordeira” o pared exterior de la caldera, ascenso al Pico Novo, etc.). También tiene interés turístico su capital, São Filipe, sobre todo por su magnífica arquitectura tradicional, donde destacan los llamados “sobrados”, antiguas casas coloniales con balcones.
Entre los productos más afamados de esta isla hay que citar el café, cultivado sobre todo en la zona superior a Pai António, donde el clima húmedo es muy favorable para ello, así como el vino, producido en el área de Chã das Caldeiras. Como cabe suponer, el nombre de la isla deriva de la actividad volcánica que se ha producido en ella a lo largo de la historia, la cual en algunas ocasiones motivó la emigración forzosa de parte de sus habitantes a otras ínsulas del archipiélago, en especial a la más cercana, Brava, como ocurrió en 1680. En dicha ocasión las coladas volcánicas llegaron hasta el mar y destruyeron algunos núcleos de población. Afortunadamente, la erupción de abril de 1995 no traspasó los límites de la caldera central y, aunque afectó a los cultivos agrícolas, apenas destruyó edificaciones de los núcleos de Bangaeira y Portela, localizados en el interior de Chã das Caldeiras. Dichas poblaciones son las más altas del archipiélago, y están situadas dentro del Parque Natural de Fogo, creado en 2003 por el Gobierno de Cabo Verde.